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Por Nino Fernández
Las pymes frente al ALCA
14 de noviembre de 2005
A pesar del toma y daca de la reciente Cumbre de las Américas, los especialistas no tienen dudas de que tarde o temprano habrá ALCA. Recuerdan que similares resistencias a las que hoy cosecha el proyecto de integración continental, se escucharon en la década pasada cuando se construía el Mercosur.

Y agregan que apenas EEUU haga concesiones sobre subsidios agrícolas en la Ronda de Doha, es más que probable que las negociaciones se refloten de inmediato.

Por eso, más allá del discutible sentido de la oportunidad, no está de más saber qué podría pasar con los sectores Pymes intensivos llegado el momento del acuerdo de libre comercio de Alaska a Tierra de Fuego. Vale como ejercicio teórico y para que aquellas empresas, cuya debilidad las pone en la línea de fuego, se vayan poniendo el casco y mejorando la puntería.

También para aquellas otras que, eventualmente beneficiadas con la integración, no dejen de trabajar en función de asegurar ese resultado. Es un hecho que la constitución del ALCA afectará a la economía en general y no solo en términos de intercambio comercial. Allí confluirán otros aspectos igualmente importantes como los flujos de Inversión Extranjera Directa, que suelen implicar transferencias de tecnología, o las compras del sector público de cada uno de los países socios, lo que podría determinar la eliminación de programas como el Compre Nacional, con todo lo que ello significa para infinidad de Pymes. Y además juegan factores tales como el Derecho de Propiedad Intelectual y la liberación en el comercio de los Servicios, que tampoco son para descuidar.

Así pues no solo se trata de ver que pasará con las importaciones y exportaciones, aunque claramente el impacto sobre estas dos variables se roba la atención de medios de comunicación y sectores productivos.

Más amenazas que oportunidades

Como todo proceso de integración, la caída de barreras arancelarias a nivel del continente americano propone un escenario de amenazas y oportunidades para los futuros países miembro. Y en consecuencia los especialistas señalan que ni empresas ni autoridades de gobierno podrán bajar la guardia en procura de minimizar unas y potenciar otras en la mesa de negociaciones. Según el libro Las Pymes argentinas frente al ALCA que coordinaron los investigadores Virginia Moori Koenig, de Fundes y Fernando Porta, de Redes, el 66% de los rubros analizados para el trabajo presentan distintos tipo de amenazas, en tanto que el resto muestra un grado limitado de oportunidades.

Esto significa que sólo un tercio de los sectores relevados tendría alguna posibilidad de mejorar sus exportaciones a otros países del continente. Mientras que el paquete restante enfrentaría un panorama por lo menos complicado. Por ser más competitivos, muchos productos fabricados al norte del río Bravo marcarán presencia en el mercado interno impactando en la producción nacional de esos sectores. Pero además en el esquema de libre comercio continental, las exportaciones locales a otros países de ALADI (países latinoamericanos a excepción de Surinam y Guyana), que gozan de preferencias regionales o bilaterales, también podrían ser desplazadas por la producción de los países más competitivos.

Al igualarse las condiciones de acceso a otros mercados, los productores argentinos podrían perder las posiciones preferenciales ya alcanzadas si la producción de EEUU resulta más competitiva, afirma Porta. Ni más ni menos, esto significa que en el marco de la actual política de EEUU de cerrar acuerdos bilaterales con distintos países de ALADI, la Argentina podría ir perdiendo mercados con o sin ALCA. O sea que EEUU bien podría estar llevando a cabo esa estrategia para presionar a favor de la integración continental.

Según estudios de ALADI la Argentina podría ser el país con más cantidad de sectores amenazados de perder mercados del continente a manos de las exportaciones básicamente de EEUU y Canadá. Alimentos, que tendría un 40% de sus exportaciones comprometidas y maquinarias varias (25%) encabezan la lista sectores más afectados por ese motivo. En este punto es preciso recordar que cerca del 90% de las exportaciones Pymes tienen como destino a países de la región, en la mayor parte de los casos en base a preferencias arancelarias.

Y en cuanto a la cantidad de sectores que se beneficiarían con el libre comercio, para ALADI la Argentina figura en el cuarto lugar, detrás de México; Brasil y Uruguay. Materias primas como algodón, lana, cueros, petróleo; metales como aluminio, hierro y acero y algunos productos de la industria autopartista, se anotan entre los posibles ganadores. Queda claro que se trata de segmentos con escasa presencia Pyme.

Pero eso no es todo, porque EEUU en la actualidad tiene baja protección arancelaria pero fuertes barreras para-arancelarias. Y ni hablar de las restricciones derivadas de la Ley de Bioterrorismo.

Virginia Moori Koenig dice que si fuera expresamente negociado, el ALCA podría implicar la desaparición de las para-arancelarias; pero también podría ser que elimine aranceles y deje otras restricciones.

Posibles ganadores y perdedores

A través de un análisis metodológico, el trabajo de Moori Koenig y Porta llega a descifrar el impacto del derrumbe arancelario sobre las exportaciones Pymes de cada sector. Define por ejemplo que la fabricación de hilos y cables aislados; de productos plásticos, de acumuladores, pilas y baterías primarias enfrentan un alto grado de amenazas. Mientras que maquinaria y equipos, textil y vestimenta y productos de madera y papel, enfrentan un nivel de amenazas algo menor. En tanto que alimentos, bebidas y tabaco, cuero y calzadosy fabricación y reparación de aeronaves, presentan bajos niveles de amenazas.

Sin embargo no todo es blanco o negro. Tal el caso de los textiles, que más allá de ser un conglomerado bastante heterogéneo de rubros y productos, presenta un importante grado de amenazas, pero también de oportunidades. Tal vez esto explica la percepción del impacto sobre el sector en filas empresarias.

Está claro que lo peor para nosotros fue el MERCOSUR porque Brasil es un fuerte jugador, que en su momento no se supo contener. Así que el ALCA probablemente aporte nuevas oportunidades de negocio, dice el dirigente empresario y director de la textil TN&Platex, Jorge Sorabilla.

Si bien es probable que los productos amenazados por la producción brasileña sean diferentes de aquellos amenazados por la producción del NAFTA o de otros países del continente, también es cierto que la especialización textil argentina es más parecida a la brasileña y que la "protección" vía tipo de cambio es bastante menor con Brasil que con EEUU., En la medida que el sector textil argentino, no pegue rápidamente un salto de productividad y competitividad, está generalizadamente amenazado, sostiene Fernando Porta.

En suma a no ser que se trabaje en torno a otro formato de integración, el proyecto de ALCA resulta poco auspicioso para las Pymes del país.