A pesar de la crisis de la enseñanza técnica, crece el empleo - Asteriscos.Tv
Noticias actualizadas las 24 horas Información clave para decidir
25 de abril de 2024
Seguinos en
Por Nino Fernández
A pesar de la crisis de la enseñanza técnica, crece el empleo
25 de enero de 2006
Se ha dicho que la desarticulación de la Educación Técnica de las últimas décadas explica una parte importante de la grave crisis del empleo que afecta a la Argentina.

Hasta ayer nomás, la falta de trabajadores capacitados en determinados oficios, era señalada como una de las mayores dificultades que encontraban las Pymes para agrandar sus dotaciones, a tono con las decisiones de modernización tecnológica.

Sin embargo, ahora se sabe que la mayor parte de las firmas ha tomado personal, contribuyendo así a la fuerte recuperación que muestran las últimas estimaciones oficiales en materia de empleo. Y todo indica, que lo hicieron sin resignar competitividad.

Si bien los expertos no descartan ciertas ‘picardías’ por parte de algunos empresarios, en líneas generales se inclinan por ver el verdadero cuello de botella del lado de la oferta.

Miles de trabajadores que habían perdido sus puestos en la industria manufacturera durante los 90 se habían ‘reconvertido’ en taxistas o quiosqueros, perdiendo ‘training’ en sus oficios originales.

Los que tuvieron la suerte de mantener sus trabajos, pronto cayeron en la obsolescencia de su capacidad profesional, porque sus empresas no podían actualizar su parque tecnológico.

De ese modo, por ejemplo, un matricero o tornero tradicional, aún trabajando en lo suyo, no podía especializarse en versiones de tecnologías más modernas, como Control Numérico Computado, por no disponer de la maquinaria adecuada. Y por otro lado la falta de escuelas técnicas o las escuelas técnicas carentes de maquinarias más o menos actualizadas, actuaron frenando la llegada al mercado laboral de personas con esas competencias.

El nuevo empleo

Muchos especialistas llegaron a decir que la falta de trabajo en la Argentina era estructural y que reducir el desempleo a un dígito demandaría no menos de diez años. Es probable que estas definiciones pongan a esos expertos en un pie de igualdad con los recordados ‘gurúes’ que vaticinaron una inflación del 400% y un dólar por arriba de los 100 pesos para diciembre del 2002.

Pero más allá de cuestiones metodológicas en las mediciones de desempleo; de factores fortuitos, como ‘el viento de cola’, o de razones de política económica, como el impulso a la obra pública, lo cierto es que la economía ha generado el suficiente trabajo para que el índice de desocupación esté muy cerca de perforar el ‘piso’ del 10%.

Según el Ministerio de Trabajo entre noviembre del 2003 y noviembre pasado, se crearon 1,2 millones de trabajos netos, esto es, la diferencia entre nuevos empleos y empleos perdidos en ese lapso.

"El empleo crece al 9,7 % anual, o sea por arriba de lo que crece la economía. Y no solo eso: de cada 10 nuevos puestos de trabajo que se crean, 8,5 son en blanco, lo que quiere decir que se está generando trabajo genuino", afirma Daniel Hernández, subsecretario de Política, Empleo y Formación Profesional, del Ministerio de Trabajo de la Nación.

Con todo, que sean en blanco no significa que sean calificados. Además muchos de los puestos de trabajo generados últimamente no requieren de una calificación técnica, como es el caso de los albañiles o azulejistas.

En cambio, los empleos de la industria manufacturera, que según la cartera laboral, representan el 35% del total de nuevos puestos de trabajo, sí necesitan de una capacitación técnica previa. Y esto marca un punto de diferencia cualitativo importante con el empleo que se creaba en la economía de los 90, claramente sesgada hacia los servicios.

¿Cómo conciliar entonces la crisis de la Educación Técnica, con el fuerte crecimiento del empleo? ¿Hubo sobrestimación del déficit de mano de obra capacitada o se ha estado creando trabajo poco calificado? ¿Mucha gente logró capacitarse en este tiempo o las empresas tomaron personal para capacitar?

"En realidad, la experiencia mundial indica que el sistema educativo aporta el 20% de las competencias técnicas del trabajador y el 80% restante se adquiere en el trabajo, con la práctica de todos los días. O sea que la conclusión es que la desocupación fue el factor que determinó la existencia de personas que buscaban trabajo sin la adecuada capacitación", apunta Hernández, quien aboga por imponer el concepto de Necesidades de Aprendizaje Insatisfechas.

Para el funcionario "las empresas se quejan de que la formación profesional de los chicos que egresan de las escuelas, no es todo lo sólida que podría esperarse, pero son ellas, a través de inversiones en capacitación de los recursos humanos, las que deben completar esa formación".

Esfuerzos conjuntos y complementarios

En los hechos la complementariedad entre Estado y actividad privada, que reclama el funcionario del Ministerio de Trabajo a fin de resolver la problemática de la Educación técnica, ya está en marcha. Grandes empresas, como Ford y Volkwagen, tienen sus propias escuelas técnicas. Y otro importante grupo de compañías, como IRSA; Bayer y Mstellone, están vinculadas y apoyan de distintas formas a escuelas de sus zonas de influencias.

Entre las Pymes la situación es distinta, pero existe –de hecho- la tendencia a completar los esfuerzos del sector público en materia educativa.

Juan Cantarello, gerente de AFAC (Asociación de Fabricantes de Autocomponentes), afirma que ‘capacitación de RRHH’ es el segundo rubro de inversión de la industria, después de ‘Nuevas líneas de producción’.

"Hay dificultades para cubrir áreas en Ingeniería y Calidad, que son para profesionales y en el caso de los oficios están faltando oficiales especializados y matriceros. La novedad en estos meses es que están volviendo trabajadores que habían abandonado la industria y se dedicaban a otras actividades. Sin dudas que hacia ellos también se orientan los esfuerzos de capacitación", dice Cantarello.

Por su parte Norberto García, presidente de Cámara de la Industria del Juguete, dice que el sector pasó de tener el 10% del mercado en 1999 al 35% de la actualidad. "Semejante recuperación se manifestó en un aumento superior al 200% en el empleo, a pesar de los problemas para conseguir operarios capacitados. Si bien el punto crítico de la industria, que es el de los diseñadores, lo teníamos cubierto, enfrentábamos dificultades por el lado de los matriceros y de los idóneos en la terminación de productos".

García dice que la industria reaccionó tomando personal tanto calificado, como medio calificado. "Se eligió una estrategia a varias puntas: acompañar al sindicato en todo lo que hace en materia de capacitación y a diversas iniciativas del Estado, como el PRE y el PROAMPRO, para recuperar el terreno perdido. Y paralelamente las empresas del sector están invirtiendo un 5% en promedio en capacitación de sus trabajadores".

Por el lado del Estado, en tanto, el último gran aporte ha sido la sanción de la Ley de Educación Técnica Profesional, que por ahora cosecha más apoyos que críticas.

Pedro Bini, rector del emblemático Otto Krause considera que es "una buena iniciativa para empezar a revertir la severa crisis de la escuela técnica, cuya manifestación más acabada es la inexistencia de estos establecimientos en varias provincias del país",

Por su parte, Saturnino Castaño, director del Instituto de Actualización Empresarial de ADIMRA ( Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina), afirma en un reportaje publicado en la revista ‘Informe Industrial’ que la nueva ley es un buen punto de partida, que podría equilibrar la oferta educativa, con las necesidades mínimas en cantidad y calidad de las empresas. Y pide analizar "cómo favorecer las prácticas educativas en las empresas, así como la actualización de docentes, para aplicar en el caso de las Pymes".