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Por Nino Fernández
Muchas pymes siguen al margen del crédito
7 de agosto de 2006
No es claro el panorama del crédito para la pequeña y mediana empresa. Mientras los bancos dicen que la demanda y asistencia financiera de las entidades crecen en forma sostenida, desde las empresas se asegura que las dificultades para financiarse siguen estando a la orden del día.

Mario Vicens, presidente de la Asociación de Bancos de la Argentina,ha dicho hace poco que el crédito al sector privado se incrementa entre el 35 y el 40% anual. Y Hernán Caballero, gerente de Empresas, Pymes y Agro de Banco Río, asegura que “el crédito a Pymes crece actualmente al 5% mensual”.

Pero desde muchas empresas retrucan afirmando que el crédito podrá crecer pero la mayor parte de las firmas no accede al financiamiento bancario.

Estudios del Observatorio Pyme revelan que durante el 2005 el 31% de las Pymes industriales tuvieron algún proyecto de inversión frenado por falta de crédito. Sin embargo, aclara el Observatorio, los bancos otorgaron créditos al 80% de las Pymes que los solicitaron, un porcentaje que se acerca al techo histórico registrado durante los 90.

¿Qué pasa: son pocas las firmas que recurren a los bancos?

Según un analista del mercado financiero,la situación del crédito para estas empresas presenta varias aristas. Por un lado, dice, “muchas Pymes descuentan que no son sujetos de crédito y directamente no se presentan ante los bancos y si pueden, siguen financiándose con proveedores y ganancias. Por el otro daría la impresión de que cuanto más chica es la empresa, más exigentes son los analistas de crédito de los bancos y esto es independiente de que sean o no rentables. Por último no se puede desconocer que una parte importante de las Pymes trabaja parcial o totalmente en negro y muchas veces no tienen los papeles en orden”.

Otro panorama pinta para las empresas que trabajan en la formalidad, generalmente de medianas dimensiones, que se han consolidado al calorcito del crecimiento económico y se muestran solventes a los ojos de los bancos.

Este grupo de firmas no solo accede sin problemas al crédito tradicional y a productos como el leasing, sino que además encabeza el desembarco Pyme en la Bolsa de Comercio, con instrumentos que hasta hace poco eran considerados impensables para estas empresas.

Concentración

Según un trabajo de ABAPPRA (Asociación de Bancos Públicos y Privados de la Argentina), la Encuesta Cualitativa Industrial de INDEC revela que el 52,3% de las empresas es asistido por entidades financieras, pero aclara que “el 35,7% del financiamiento destinado al sector privado es captado por sólo 100 empresas. Mientras que el 15,6% de los préstamos a empresas privadas es inferior al millón de pesos, tramo que puede vincularse a las empresas micro, pequeñas y medianas chicas.

Leonardo Bleger, economista Jefe de Banco Credicoop, afirma que durante el 2005 “los préstamos menores a 1 millón de pesos aumentaron un 20,5%, pero los préstamos de hasta 200.000 pesos, o sea los que podemos asimilar a empresas menores, fueron más dinámicos: crecieron un 58%”.

Para el economista, esta mejora en el acceso al crédito por parte de las PyMEs obedece a los cambios en las regulaciones del Banco Central, a los regímenes de tasa subsidiada y a una mayor predisposición de las entidades a prestarle al sector debido a una gran liquidez y crecimiento de la capacidad prestable.

El estudio de ABAPPRA agrega que el perfil de la cartera activa de los bancos se ha concentrado en los rubros de mayor expansión relativa: la industria y la producción primaria de bienes representa un 58% de los préstamos a empresas, muy por encima de su participación en el PBI, que es del 36%.

¿Qué dicen los empresarios de carne y hueso, a todo esto?.

“No tomamos crédito, sencillamente porque la idea es trabajar sin deuda alguna, por los gastos y tiempos que se necesitan para gestionarlos. Esto corre tanto para la empresa actual, que dirige mi esposo, como para el emprendimiento que encaro actualmente, que se encuentra en la fase de estudio de mercado y costos”, dice Maria Laura Delgue, socia de la cadena de Video Club La Mirage.

Por su parte Lidia Soldivier, titular de Trenque Lauquen Trading S.A. una empresa de esa localidad bonaerense, con 26 empleados, que exporta pescado de las lagunas de la zona, asegura que ella directamente tiene vedado el endeudamiento. “Aún mostrando que estamos exportando regularmente, a razón de 80 toneladas mensuales de pez carpa y 40 de pejerrey, por un monto total de 80.000 dólares, no logramos financiamiento para capital de trabajo, en el banco publico con el que trabajamos, porque no contamos con capital de respaldo. Y tampoco logramos que nos negocien las Cartas de Crédito, para empezar porque el Banco carece de una oficina de Comercio Exterior en esta localidad y por lo tanto todos nuestros trámites de cobranza se atrasan 72 horas”, indica.

Como Lidia Soldivier, infinidad de pequeños empresarios dicen que a pesar de la flexibilidad que viene recomendando el BCRA las más chicas siguen corriendo con desventaja.

La entidad madre del sistema reclama desde hace un tiempo que las instituciones miren más el negocio de las empresas que los balances. La mayoría de los Bancos dice tener muy en cuenta esa consigna, pero allí además se esgrimen otras explicaciones.

Se dice por ejemplo que los Bancos tienen que cuidar sus espaldas; que no es fácil cambiar la cultura de evaluación de riesgo de los analistas de crédito; o que muchas empresas ‘dibujan’ los ingresos y eso afecta el acceso al crédito.

El otro panorama

Néstor Feijoo, director de Filtros Monza, una empresa de 80 empleados, que invierte entre el 7 y el 8% de la facturación en incorporación de tecnología, asegura que “recién cuando fuimos algo más que un nombre y unos locos con ganas de trabajar, los bancos comenzaron a ofrecernos créditos. Fueron líneas para compra de maquinaria nueva de origen nacional, a tasas del 7% a tres años, que por cierto ya no se consiguen, razón por la cual estamos analizando operar con leasing”.

La operatoria de alquiler con opción a compra es desde hace un tiempo la estrella en el firmamento financiero para las Pymes, a pesar de tener tasas un poco por encima del resto de las operaciones crediticias, que se compensan con sus conocidas ventajas impositivas y la mayor extensión de sus plazos.

“El leasing, con operaciones que van de 31 a 61 meses y tasas del 12 al 17% anual, es lo que más crece. Mientras que en el corto plazo los más demandados son los créditos amortizables y los de comercio exterior. En el primer caso, las operaciones a un año para medianas empresas, tiene tasas de entre el 8 y el 14%, y del 11 a 18% para las pequeñas empresas”, dice Caballero.

“El leasing crece un 90% en el último año y en eso mucho tiene que ver el decreto 1352 de noviembre del 2005, a través del cual el Gobierno autorizó la amortización acelerada del bien, lo cual se traduce en un mayor beneficio impositivo”, sostiene Pablo Borakievich, responsable de Desarrollo de Productos y Banca Empresas del Banco Francés.

Similar desempeño muestran otras entidades del sistema, pero está claro que la operatoria por sí sola no resuelve los problemas de financiamiento que enfrenta el grueso de las empresas.

Leonardo Bleger del Banco Credicoop, dice que varias razones explican la problemática de la asistencia crediticia a las Pymes: insuficientes garantías; dificultades para la obtención de información confiable y los altos costos administrativos de prestarle al sector. Y agrega que también son varios los elementos con los que se los puede enfrentar: subsidio de tasas, sistemas de garantías solidarias y desarrollo de instrumentos, como factoring y leasing.

“Si bien es cierto que en la actualidad estos elementos están tomando fuerza, todavía son insuficientes para revertir la elevada concentración que muestra el portafolio de préstamos al sector privado”, explica.