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Señales para el fin del tétanos y el botulismo
29 de agosto de 2006
Enfermedades como el tétanos o el botulismo, entre otras, tienen un agente causal: se trata de bacterias patógenas entre las cuales están los clostridios. Un grupo de científicos del Instituto de Biología Molecular y Celular de Rosario (IBR/Conicet) encabezados por Roberto Grau, y su equipo, descubrió que, en esas enfermedades, la formación de esporas constituye la característica de importancia para la supervivencia de los clostridios, y que el fosfato inorgánico es la señal ambiental, fisiológica y universal que induce al proceso de formación de dichas esporas.

Este descubrimiento es de gran interés médico, pues a partir de allí, se abocarán a la búsqueda de un antídoto o antibiótico que bloquee la señal dependiente del fosfato inorgánico y así impedir la formación de esporas y la producción de toxinas en clostridios patógenos, lo que permitirá contar con herramientas médicas efectivas contra la producción de patologías tan graves como el tétano, el botulismo, la gangrena y la colitis asociada a los antibióticos, etcétera.

El trabajo fue publicado en el número del mes de junio en la revista Infection and Immunity de American Society for Microbiology (ASM) y se basó fundamentalmente en la regulación de la formación de esporas y enterotoxina en Clostridium perfringens tipo A, bacteria considerada como uno de los patógenos más importantes a nivel mundial con incidencia en humanos y animales.

Dentro de las bacterias patógenas, están los clostridios. Los más conocidos son aquellos vectores de enfermedades como tétanos o botulismo, pero en esferas médicas adquieren significado especial el clostridium difficile, que produce diarreas causadas por antibióticos, y el perfringens que es agente causal de gangrena y enterotoxinas, esto es la intoxicación por alimentos contaminados.

Estas enfermedades pueden atacar tanto en humanos como en animales, por eso fue determinante encontrar cuál era la señal ambiental de naturaleza química o física desconocida hasta el descubrimiento del grupo del doctor Grau, que regula la formación de esporas y la producción de enterotoxinas en la bacteria anaerobia estricta -los clostridios perfringens.

La característica principal de estos anaerobios estrictos es que, en Contacto con el oxígeno mueren. A partir de esta premisa, surgieron para Grau y su equipo otras preguntas, ya que si en contacto con el oxígeno mueren, cómo pueden sobrevivir y generar enfermedades. La respuesta llegó luego de una intensa investigación: esas bacterias pueden sobrevivir y generar enfermedades porque pueden crear células que se llaman esporas que son resistentes a los antibióticos, al calor, etcétera.

Por ejemplo, si uno se lastima con un clavo oxidado, que albergaba una espora -en este caso clostridium tetani-, al producirse la herida, la espora entra al cuerpo encontrando dónde germinar, y por supuesto, pudiendo producir tétanos. Por lo tanto, las soluciones podrían ser dos. Al bloquear o inhibir la formación de la espora, se estaría produciendo un daño esencial sobre la fisiología de la bacteria. La otra sería, desarrollar un antibiótico que inhiba la germinación de la espora, ya que ésta funciona como una coraza que tiene la célula y la protege de todo tipo de tratamiento físico y químico.

Los científicos argentinos, en colaboración con Oregon State University de EE.UU., han descubierto que el fosfato inorgánico en cantidades milimolares constituye una señal ambiental, fisiológica y universal que "gatilla" el proceso de formación de esporas y de producción de enterotoxina en C. perfringens. Ya que esta señal ambiental sólo se encontraría en el hábitat normal donde los clostridios producen sus enfermedades (el tracto intestinal de humanos y animales) el mencionado descubrimiento reviste no sólo interés desde el punto de vista básico, sino también gran interés de aplicación por el desarrollo de antídotos y/o antibióticos que bloqueen la formación de esporas y producción de toxinas en clostridios patógenos.

Si se encuentra una molécula semejante al fostato para ser reconocido por la bacteria, podría quedar inhibido el proceso de esporulación, "por eso, es vital intentar interferir con la actividad o reconomiciemto de estas proteínas sensoras de fosfato".