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25 de abril de 2024
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Por Roberto Aguirre Blanco
Adiós al maestro. ¡Fuerte ese aplauso!
30 de agosto de 2011
Hacer 80 puntos de rating y tener en vilo durante ocho horas a un país en una remota televisión en blanco y negro es algo más que un récord. Es hablar de la esencia misma de la televisión argentina, esa que Nicolás "Pipo" Mancera construyó en las décadas del sesenta y setenta como gran mentor de la pantalla chica.

Que la televisión cambió es un dato que se puede analizar, pero en su contenido, en sus búsquedas de impacto no hay grandes renovaciones, y en ese escenario, Mancera fue un pionero que hoy, con su desaparición, agranda aún más su figura.

"Pipo" fue el rey absoluto e innovador de la TV en blanco negro, sostuvo por 12 años uno de los programas hitos de la pantalla chica doméstica, Sábados Circulares, y ese golpe al impacto visual, un día de 1974 se tomó un descanso que terminó siendo eterno y final.

Con un carácter personalista, gran hacedor de sus propios éxitos y también fracasos, en sus diferentes intentos de retorno, Mancera no logró cuadrar en las diferentes pantallas por donde anduvo con un intento siempre de renovación.

Pero estamos hablando de los años oscuros de lo 70, los de plomo (1976-1983), que no sólo marcaron la transición del blanco y negro al color, sino de la TV privada, inquieta y con ganas de apostar, a una estatizada, chata y vacía de la Dictadura.

A partir de allí, la misma televisión que él llevó a lugares impensados lo marginó a un lugar de mero espectador, en una situación que lo puso, con el correr de años, en la gran valorización de figura a seguir por las nueves estrella de lo mediático.

Así se habló de Juan Alberto Badía en los 80 como su gran heredero para luego ocupar --a fines de los ochenta- Marcelo Tinelli ese sitial que hoy aún ostenta.

El detector de mentiras, los grandes escapes, las grandes figuras internacionales, el olfato para descubrir figuras y el "tempo" para sobrellevar ocho horas de televisión en vivo marcaron su gran diferencia del resto.

En 2007 tuvo su último gran trabajo en la tele y fue en la pantalla de Crónica Tv los sábados cuando durante tres horas presentaba allí los mejores de sus Sábados Circulares, en un sentido homenaje.

Premios, reconocimiento, ostracismo y ahora el dolor que causa su muerte por la perdida de una pedazo grande de la historia de la pantalla chica doméstica.

Mancera, el hombre de la TV, se murió a los 80 en el año que la TV cumple 60 y nada es casualidad.

Las causalidades tienen el sentido del homenaje y esta sección que nació en 2007 en Asteriscos.Tv para contar lo que sucede en la pantalla chica local, esta semana escribe su columna 100, que coincide con el adiós al "Señor Televisión".

Nos ponemos de pie y como el maestro pedía ante la presencia de alguna gran figura nacional o internacional, pedimos: ¡Fuerte ese aplauso!