26 de abril de 2024
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Las peores voces de la TV, en un ranking desopilante
13 de agosto de 2007
Si bien estuvo integrado casi en su totalidad por personas que tomaron un micrófono, lo miraron con entusiasmo y le desafinaron en la cara, hubo también lugar para quienes –todo un mérito– demostraron su fea voz sin necesidad de cantar.
El caso emblemático: Jacobo Winograd, quejándose por las bizarras acusaciones de "chizito" de parte de Silvia Süller.
Estuvieron aquellos para quienes el canto fue una prolongación de sus carreras actorales (Andrea del Boca, Natalia Oreiro), los que tuvieron en "Cantando por un sueño" su oportunidad para demostrar que lo suyo no es la música (Nazarena Vélez, Ileana Calabró) y los astros de verdad, que lo han hecho casi como un hobby, un gusto más que pueden darse (Susana Giménez y el –injusto pero previsible– número uno del ranking: Diego Maradona).
Si hay que destacar un caso, nos quedaremos sin dudarlo con el de Sandro Guzmán (en YouTube se puede ver el fragmento completo dedicado a él).
La rara historia de este ex arquero –que no tiene ningún parentesco, lo aclaramos por las dudas, con quien firma estas líneas– se merece un capítulo aparte: de arquero de Vélez y Boca a DJ reggae que atiende un kiosco/locutorio para ganarse la vida.
El video emitido anoche fue de una presencia suya en un programa de Fox Sports, que daba un poco de vergüencita ajena, aunque menos por las extravagancias del ex guardavallas que por el acompañamiento de los dos periodistas...
Las últimas veces que habíamos escuchado hablar de Sandro Guzmán (suplente de Chilavert en aquel Vélez ganador de los 90 y luego comprado por Boca por pedido de Bilardo para sustituir a Navarro Montoya) fue en algún discurso elogioso para con Roberto Abbondanzieri, que en algún momento colaba: "Pensar que fue suplente de Guzmán...".
Lo reemplazó en el entretiempo de un partido de Boca versus Deportivo Español. "Te saqué para protegerte", le dijo el Bambino Veira, por entonces su DT.
De lo que Veira no pudo protegerlo fue de los raptos rastafari que lo acometieron después. Aunque, si de payasadas televisivas hablamos, el Bambino no pudo protegerse a sí mismo.