20 de abril de 2024
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Por Roberto Aguirre Blanco
El enojo de Susana con el Gobierno nacional
24 de octubre de 2008
Susana Giménez y la producción de su programa está que trina contra una de las decisiones más polémicas del Gobierno nacional, como fue el cambio de hora a partir del domingo pasado.
Esta modificación horaria afectó directamente el programa de la diva, porque cuando comienza a las 20:00 aún es de día y mucha gente no está en su casa, como antes del cambio, para ver televisión.
Eso se demostró en la abrupta caída del rating de esta semana, que cayó de 24 puntos –registrados la semana anterior— a 18 de los últimos días.
“La gente llega más tarde a la casa, no prende temprano la tele. Es una medida sin sentido que a nadie beneficia y menos a nosotros”, se quejó un hombre muy cercano a Gustavo Yankelevich, productor general del ciclo.
Por ese motivo, hay importantes reuniones entre los directivos de Telefé y los productores de Susana, para mudar el programa a las 21:15 y extenderlo hasta 22.30.
Si esto se produce, en el horario de las 20:30 comenzaría “El Muro Infernal”, que con un público más juvenil no vería muy afectado sus mediciones, aunque a su conductor Marley mucha gracia no le haría el cambio.
Esta rotación horaria que afecta a la parte este del país y que tantos rechazos ya generó en varios sectores de la sociedad, hizo que Susana incumpliera tanto el miércoles como el jueves con una de sus promesas de la temporada: hacer que el programa dure una hora exacta y termine sí o sí a las 21:30.
En esos dos días se quebrantó la promesa a raíz de que a partir de las 21:00 el minuto a minuto marcaba una gran mejoría y la audiencia cautiva de la diva de los teléfonos estaba a pleno en la supuesta hora de cierre.
El miércoles el ciclo terminó 21:43 y el jueves a las 21:50, además con cara de pocas amigas de la gran animadora nacional.
Este cambio sería para lo que resta de la temporada, que finalizará en un mes y una semana, ya que, como establece su contrato, el viernes 28 de noviembre “Su” se despedirá hasta el 2009.
En este último tramo del ciclo, los directivos del canal comenzarán con el operativo “seducción” para conseguir el nuevo contrato de la estrella, que en principio ya está apalabrado, pero no rubricado.
Esta modificación horaria afectó directamente el programa de la diva, porque cuando comienza a las 20:00 aún es de día y mucha gente no está en su casa, como antes del cambio, para ver televisión.
Eso se demostró en la abrupta caída del rating de esta semana, que cayó de 24 puntos –registrados la semana anterior— a 18 de los últimos días.
“La gente llega más tarde a la casa, no prende temprano la tele. Es una medida sin sentido que a nadie beneficia y menos a nosotros”, se quejó un hombre muy cercano a Gustavo Yankelevich, productor general del ciclo.
Por ese motivo, hay importantes reuniones entre los directivos de Telefé y los productores de Susana, para mudar el programa a las 21:15 y extenderlo hasta 22.30.
Si esto se produce, en el horario de las 20:30 comenzaría “El Muro Infernal”, que con un público más juvenil no vería muy afectado sus mediciones, aunque a su conductor Marley mucha gracia no le haría el cambio.
Esta rotación horaria que afecta a la parte este del país y que tantos rechazos ya generó en varios sectores de la sociedad, hizo que Susana incumpliera tanto el miércoles como el jueves con una de sus promesas de la temporada: hacer que el programa dure una hora exacta y termine sí o sí a las 21:30.
En esos dos días se quebrantó la promesa a raíz de que a partir de las 21:00 el minuto a minuto marcaba una gran mejoría y la audiencia cautiva de la diva de los teléfonos estaba a pleno en la supuesta hora de cierre.
El miércoles el ciclo terminó 21:43 y el jueves a las 21:50, además con cara de pocas amigas de la gran animadora nacional.
Este cambio sería para lo que resta de la temporada, que finalizará en un mes y una semana, ya que, como establece su contrato, el viernes 28 de noviembre “Su” se despedirá hasta el 2009.
En este último tramo del ciclo, los directivos del canal comenzarán con el operativo “seducción” para conseguir el nuevo contrato de la estrella, que en principio ya está apalabrado, pero no rubricado.