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29 de marzo de 2024
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Por Roberto Aguirre Blanco
Perón: el hombre sabía cómo era la cuestión
29 de noviembre de 2009
En este presente donde todos se desgarran vestiduras por medios independientes u oficialistas, y la 'guerra' parece circunscripta a quien domine más para instalar el mensaje, las miradas de Juan Domingo Perón no terminan de tener vigencia y están tan lejos de estas cotidianidades.

El general dijo, en el filo de sus días, cuando parecía que su sabiduría política tomaba un vuelo legendario que “en 1946 teníamos los medios en contra y ganamos las elecciones y en 1955 dominábamos todos los medios y nos echaron igual”.

“En 1972, cuando intentábamos volver, de nuevo los medios estaban en contra y ganamos con el 62 por ciento de los votos. Con lo cuál está claro que en esta vida todo es relativo”, reseño.

Maravillosa definición de Perón que vuelve a demostrar que el ejercicio del poder va más allá del uso de los medios de comunicación y tiene más que ver la política, ejercicio del cual en la actualidad parece que se prescinde.

La acumulación de medios a favor del gobierno de turno no garantiza ni continuidad, ni evita derrotas electorales.

Sin embargo, pareciera un ejercicio que, como funcionó en el “pago chico” de Santa Cruz, pudiera coexistir con éxito a nivel nacional.

Una parte de la construcción del poder de Perón pasó por el uso excesivo de los medios de su época y sobre el filo de sus días el fundador del PJ vio con claridad los errores cometidos, como el exceso de propaganda en sus dos primeros gobiernos y la estatización a “punta de pistola” de los canales en 1974.

Perón hoy no seguiría el camino a nivel medios de comunicación que efectúan algunos dirigentes y tampoco sentiría como una acérrima oposición el mal manejo político en contra de su gobierno.

Perón prohibió a Tato y a la vez se río con él. Hoy aplaudiría de pie un humor cínico sobre su persona y volvería a trazar la idea de que la política es más grande desde su ejercicio y no desde la diatriba solamente.

En el siglo XXI, los medios de comunicación explotaron su masividad y nada de lo ya vivido en este país podría repetirse porque la invasión informativa se mete con libertad en todos lados.

Ahora la información no la hacen sólo los periodistas, sino la gente en los blogs, en las redes sociales, y las voces no se acallan fáciles y no son las masas tan manejables como antes.

Volver a los argentinos de los ’70 en las pantallas de TV sólo puede plasmarse en el ideario de hombres sin visión, porque el color de la información es parte de la esencia del Estado democrático.

El blanco y negro de ser “bueno o malo” quedó en la historia de un país que si creció en algo fue en su manera de comunicar.

En un país donde se levanta con facilidad el dedo acusador, la pregunta simple y bíblica es una definición por si misma: “Quién esté libre de pecado que tire la primera piedra”.

Cuando llegue ese momento la mejor arma en este siglo seguirá siendo el control remoto.

Hay que tener cuidado: quizás no se cambie de canal, simplemente se decida apagar el televisor.