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18 de abril de 2024
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Adiós al sueño Australiano
Ningún jugador argentino queda ya en el Abierto de Melbourne, primer Grand Slam del año, tras las caídas de Mónaco y Nalbandian, quien sucumbió ante Ferrero
20 de enero de 2008
Una dura caída le puso fin al paso de la Legión por el Abierto de Australia. En el comienzo de la séptima jornada, David Nalbandian se despidió con una dura derrota ante el español Juan Carlos Ferrero por 6-1, 6-2 y 6-3, y de este modo la Argentina se quedó sin representantes en los singles del primer Grand Slam de la temporada, ya que Juan Mónaco había perdido con el checo Tomas Berdych, 13er preclasificado, por 3-6, 6-3, 7-6 (7-5) y 6-2.

Nalbandian debía jugar ayer por la mañana, pero el partido se postergó por la lluvia y finalmente se disputó anoche, casi en el mediodía del domingo en Melbourne. Como el clima seguía sin mejorar, se realizó bajo techo, en el Rod Laver Arena, el estadio principal. El cordobés tuvo una pobre actuación, muy por debajo de lo esperado, y dijo adiós con una derrota categórica.

El otro argentino que quedó eliminado, Mónaco, exhibió algunas variables interesantes ante Berdych; también mostró detalles para mejorar, mientras sueña con ser convocado por el capitán Alberto Mancini para integrar el equipo de la Copa Davis que se medirá con Gran Bretaña, del 8 al 10 del mes próximo, en el Parque Roca.

El tandilense prefirió tomarse la eliminación con tranquilidad, más allá del enojo natural por no haber superado el escollo que significó Berdych. “Y sí, estoy un poco enojado por perder, pero él jugó mejor que yo y por eso ganó. Sentí que tenía posibilidades, y como se fueron dando tuve muchas, pero si hubiera tenido un poco más de suerte y hubiera ganado el desempate las cosas habrían cambiado. Me desmoralizó haber perdido el tercer set”, admitió Pico. En efecto, el tandilense tuvo sus ocasiones; las aprovechó en el primer set, con un comienzo sólido, cuando tuvo un buen porcentaje de primeros servicios y encontró los espacios para incomodar a Berdych.

Sin embargo, Mónaco no pudo mantener esa intensidad; le costó acostumbrarse a la velocidad y al riesgo constante que caracterizan el estilo de Berdych, y en la medida que dejó de buscar los ángulos, le permitió al checo pegar con mayor precisión. El argentino ensayó una recuperación en el tercer parcial, pero su adversario disputó mejor los puntos decisivos del tie-break, y allí se inclinó definitivamente el partido del lado del checo, que manejó con holgura el cuarto set, incluidos tres quiebres sobre el servicio del perdedor.