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27 de abril de 2024
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Por Nino Fernández
Pocas pymes festejan el acuerdo con China
6 de diciembre de 2004
Se lo presentó casi como una fiesta. Pero, si bien las negociaciones recién comienzan, lo cierto es que, por ahora, el promocionado acuerdo con China se encamina a beneficiar fundamentalmente a productores de commodities.

Son escasas o directamente nulas las posibilidades que se le asignan de entrar a aquel mercado a las manufacturas industriales, por lo que la mayor parte de las pymes locales no figuran entre las invitadas al banquete.

Abel Viglione, de la Fundación FIEL, lo resume así: “El acuerdo podría favorecer el ingreso de unos 400 productos chinos, en tanto que 9 de cada 10 productos que la Argentina puede exportar a China son básicos, entre otros, soja, tubos y laminados de acero y gas”.

En cuanto al impacto en el mercado interno, se ha dicho que actividades como la producción de textiles, bicicletas, juguetes, plástico, etcétera, están condenados a vivir protegidos por un tiempo prudencial, que acaso nunca sea suficiente. Por su parte, otros sectores ‘pymes intensivos’, que carecen de poder de lobby, estarían quedando marginados de la lista de candidatos a ser protegidos.

Uno de ellos, el de la fabricación de tornillos, enfrenta una notable diferencia de costos con la producción de aquel país oriental: el precio de exportación de 1.000 tornillos made in China es de 1,10 dólares y la misma cantidad en la Argentina cuesta 4 dólares. Esto, y ciertos desmanejos aduaneros, según dijeron voceros del sector, explicarían el creciente ingreso de mercadería de aquel origen.

Las mismas fuentes aseguran que en el 2003 ingresaron al país tornillos chinos por 560.000 dólares; la cifra de este año ascendería a 1.8 millón y en el 2005 se acercaría a los 6 millones de dólares.

Proteger o no proteger

Seguramente los memoriosos deben recordar que uno de los riesgos más mentados en los tiempos que se discutían los términos de la integración regional era el de la ‘invasión de productos brasileños’.

Según distintos especialistas dicho efecto, al menos en esas dimensiones, nunca se concretó, en parte por la adopción de medidas concretas. Pero también se recordará que la ‘lista de excepciones’ del Mercosur originalmente incluía sectores que hoy siguen padeciendo el rigor de la competencia brasileña, vale decir, que diez años de protección, no alcanzaron para equiparar las condiciones de competencia entre ambos países.

Y se sabe que Brasil no es China. Tal vez por ello algunos analistas ya se están preguntando si el ‘paraguas’ que promete el gobierno no es en realidad un certificado de defunción a plazo fijo. Aunque hablar en estos términos en el caso de las Pymes, equivale a hablar de aumento de la mortalidad empresaria y de mayor desempleo al cabo de los plazos de protección.

Un dato: las fábricas de tornillos pasaron de ser unas 50 a comienzos de los 90, a 20 en la actualidad.

Gustavo Svarzman, subsecretario de la Producción del gobierno de la Ciudad de Bs. As. asegura que “la protección es la única forma que tienen los sectores sensibles para defenderse y tratar de ganar tiempo en procura de reconvertirse hacia nichos más competitivos. Por ahora la producción china compite básicamente por precios, por lo que la posibilidad de diferenciarse pasa por la calidad y el agregado de valor, por ejemplo, a través de diseño”.

Los elegidos

No todas son pálidas. A primera vista hay dos sectores con fuerte presencia pyme, a los que el acuerdo beneficiaría:

Uno es el turismo receptivo, al que el abrazo entre los presidentes Kirchner y Hu Jintao promete reportarle un importante aumento de turistas de aquella procedencia. En este sector se afirma que es prematuro hablar de cantidad de pasajeros o ingreso de divisas, pero más allá de las expresiones de deseo, aseguran que el negocio está a las puertas de un crecimiento sostenido.

El otro rubro con posibilidades concretas de hacer negocios con el gigante asiático es el del software. Carlos Palloti, presidente de CESSI, la cámara que agrupa a las empresas del sector, estima que en tres años, la Argentina estará exportando software por más de 20 millones de dólares y que el potencial de crecimiento es enorme: China importa anualmente servicios de IT por 75.000 millones de dólares. Productos de E-learning bilingüe (chino - español); programas para I-Government y deporte digital y videos juegos, son los que tienen mayores posibilidades de incursionar en aquel mercado en el corto plazo.

Pero además, en CESSI trabajan febrilmente buscando hacer negocios con los organizadores de Beijing 2008, la olimpíada que organizará China dentro de cuatro años.

Es probable también que haya negocios para Pymes y microemprendimientos de diversos sectores en forma indirecta. El club Boca Juniors negocia la distribución de licencias de la entidad y merchandising en aquel país, y espera cerrar un jugoso acuerdo para la segunda mitad del año que viene. La mayor parte de estos últimos productos son fabricados precisamente por pequeñas empresas.

En definitiva, los acuerdos comerciales plantean tanto oportunidades como amenazas y en este caso habrá que esperar a que maduren las negociaciones para identificar a unas y otras. Pero en principio puede decirse que si hay fiesta estará reservada para pocos.