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29 de marzo de 2024
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Ética de las profesiones en el Colegio de Escribanos
4 de abril de 2011
El Colegio de Escribanos de la Ciudad de Buenos Aires realizó el Seminario Ética en las profesiones, con las disertaciones del presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, doctor Ricardo Lorenzetti; del filósofo y ensayista Santiago Kovadloff; del jesuita y profesor de la Universidad Pontificia Comillas de Madrid, Augusto Hortal Alonso (S.J.); y del académico de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de Madrid, Isidoro Lora-Tamayo Rodríguez.

El escribano Carlos D´Alessio, presidente del Colegio, explicó que el seminario "propone un espacio de reflexión para que los profesionales superemos el estadio de la mera aplicación de procedimientos técnicos, para descubrir la responsabilidad que nos compete frente a la sociedad".

Sostuvo que "ello permitirá a cada uno tomar conciencia del sentido de la actividad a la que dedica buena parte de su vida”.

Por su parte, Lorenzetti desarrolló su ponencia titulada “La ética en el ejercicio de la abogacía y de la magistratura como elemento esencial de la república” afirmando que: “Debemos enfocarnos en la relación entre la ética individual y lo social. Tenemos en la Argentina una larga historia de triunfos individuales y fracasos colectivos, lo que debería ser motivo de reflexión, porque muchas veces podemos tener un gran desarrollo individual, ético, profesional, pero nos despreocupamos del funcionamiento social”.

El presidente de la Corte Suprema pidió “hablar un poco de deberes entre los argentinos. Nosotros creemos que sólo tenemos derechos, pero también hay deberes, y la ética habla de deberes hacia la sociedad. Cada vez que nosotros tomamos una decisión en nuestras profesiones también tiene repercusión en la sociedad”.

Kovadloff, en su tesis Ética ciudadana y ética profesional, mencionó los dilemas de una convergencia que “un profesional cabal no sólo es alguien que sabe mucho acerca de sus derechos y de sus responsabilidades profesionales; es alguien que también sabe de qué modo el ejercicio de su actividad específica lo une o lo desune, lo acerca o lo aparta de sus conciudadanos. Porque ejercer una profesión debidamente es poner en juego la calidad cívica de nuestra convivencia”.