La municipalidad de Jerusalén tiene previsto lanzar un proyecto de limpieza y rehabilitación masiva tendiente a mejorar la apariencia desgastada de la capital israelí, ante la inminente visita del papa Benedicto XVI, prevista para mayo de este año.

Si bien se cree que la visita del Sumo Pontífice probablemente generará inconvenientes para los residentes de Jerusalén, ya acostumbrados al continuo congestionamiento de tránsito que se produce cada vez que importantes figuras llegan a la ciudad, esta la visita también redundará en beneficio de los habitantes.

Ni bien se conoció que la máxima autoridad de la Iglesia católica tiene serias intenciones de viajar a la Tierra Santa, la Municipalidad y el alcalde de Jerusalén iniciaron la preparación para la histórica visita, informó el portal Ynet.