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Río cerró con una gran fiesta los Juegos Olímpicos
A todo color y música, los atletas se despidieron tras unos Juegos que resultaron mejor organizados de lo que se esperaba. Se viene Japón 2020
21 de agosto de 2016
Río cerró con una fiesta espectacular los primeros Juegos en Sudamérica

"Fueron unos Juegos maravillosos, en la ciudad maravillosa": 16 días de competición y 306 títulos después, el presidente del Comité Olímpico Internacional, Thomas Bach, entre carnaval, mucho color y samba, cerró oficialmente los Juegos de Rio-2016, los primeros en Sudamérica.

Dirigiéndose directamente a los 200 millones de brasileños, Bach destacó el "legado único" que dejan los Juegos "para las generaciones venideras. La historia hablará de un Río de Janeiro antes y un Rio de Janeiro mucho mejor después de los Juegos Olímpicos".

Antes, el alcalde de Rio, Eduardo Paes, entregó a su homóloga de Tokio, Yuriko Koike, la bandera olímpica como gesto simbólico del inicio de la cuenta regresiva para los Juegos de 2020.

Tras proyectarse un video de la próxima sede olímpica, el primer ministro japonés, Shinzo Abe, salió de un tubo como los que aparecen en el conocido videojuego "Super Mario Bros" en medio del Maracaná.

La leyenda "nos vemos en Tokio 2020" proyectada con luces citó al mundo para dentro de cuatro años en la capital japonesa.

El objetivo de la ceremonia era meter en el estadio a las calles de Rio y sus sonidos, la esencia de esta ciudad multicolor.

De ello se ocuparon, entre otros, el tradicional Cordao da Bola Preta, la mayor fiesta callejera del carnaval carioca, o la diva de la samba Roberta Sá, quienes envueltos por los tambores de las baterías y el brillo de las pasistas mostraron cómo Rio se convierte en la ciudad más alegre del mundo una vez al año.

La resaca del oro de la Canarinha y las lágrimas resecas de 200 millones de personas, que lloraron cuando su estrella Neymar les entregó su medalla más importante. Horas después, su voleibol completó la fiesta.

Los Juegos de Rio fueron de Usain Bolt, Michael Phelps, Simone Biles... y Neymar.

La seleçao colgó al fin en su vitrina el único trofeo importante que le quedaba por ganar, acabando con una maldición que parecía interminable.

"Hemos hecho historia. No encuentro palabras para describir este sentimiento", sostuvo el delantero muy emocionado.

Como los héroes cuando realizan una gran gesta, Neymar decidió dar un paso a un lado y quedarse en un segundo plano a partir de ahora.

"Hoy me he consagrado campeón y entrego el brazalete de capitán, fue algo que recibí y la honré con cariño. Fue un honor ser el capitán pero a partir de hoy dejo de serlo", señaló el crack.

Lo que no pudieron conseguir mitos como Romario o Ronaldo lo hizo Neymar, que sirvió de inspiración y le entregó el testigo dorado este domingo a su selección masculina de voleibol.

En un país donde el fútbol es religión, el voleibol es el segundo deporte más importante. Y uno en el que la auriverde también consiguió espantar sus fantasmas más de una década después.

Brasil llegaba a su cuarta final consecutiva pero había perdido las dos últimas. Este domingo, contra Italia, cambió su suerte.

Como en 2004, cuando derrotó a la Azzurra en su último título olímpico, la Canarinha se consagró rey del voleibol mundial en tres parciales de 25-22, 28-26 y 26-24.

Historias paralelas que se cruzaron por fin en Rio. Las dos medallas más esperadas se quedaban en casa.

El decimosexto y último día de los Juegos de Rio comenzó, como es habitual en cada cita olímpica, con la tradicional carrera que recrea desde 1896 el recorrido desde la ciudad griega de Maratón a la capital Atenas.

El keniano Eliud Kipchoge se colgó la última medalla de oro del atletismo de los Juegos de Rio-2016.

Los estadounidenses lideraron el medallero con 121 medallas, 46 de ellas de oro, y Gran Bretaña (67-27) y China (70-26) completaron el podio.

Brasil acabó como la primera latinoamericana, en el puesto decimotercero, con siete metales dorados y 19 en total.

La última presea se la colgó el Dream Team de básquetbol estadounidense, que divirtió al público con una abultada victoria 96-66 ante Serbia.

Los Carmelo Anthony, Kevin Durant, Kyrie Irving y compañía regalaron un último gran espectáculo al mundo antes de que Bach cerrara definitivamente los primeros Juegos en Sudamérica.

Los Juegos Olímpicos se despiden por cuatro años.