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25 de abril de 2024
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Por Carina Barber
Un alimento curativo, nutritivo y energizante
8 de noviembre de 2007
El sésamo es una pequeña semilla que tiene propiedades nutricionales, preventivas y curativas impresionantes, y que son poco conocidas.

Los nutricionistas aseguran que disminuye el colesterol en sangre, previene el infarto de miocardio, la trombosis arterial y enfermedades provocadas por estados carenciales, como la osteoporosis.

Además, aconsejan su consumo para prevenir el agotamiento físico y mental, la pérdida de memoria, el estrés, la depresión, el insomnio y los problemas nerviosos.

Es ideal como complemento nutritivo para las personas que se encuentran sometidas a grandes exigencias físicas o intelectuales y quieren mantener un buen rendimiento, porque es un poderoso energizante.

Por su gran valor nutricional recomiendan su consumo a las mujeres embarazadas o en periodo de lactancia. También después de intervenciones quirúrgicas o de enfermedades.

El sésamo contiene un 52% de lípidos, básicamente ácidos grasos esenciales omega 3 y 6, que reducen el nivel de colesterol en sangre. Además lecitina, que evita que las grasas se adhieran a las paredes de las arterias, y que es un componente esencial del tejido nervioso.

Es, junto con la soja, el vegetal más rico en lecitina que se conoce, y cuenta con un 20% de proteínas de alto valor biológico.

En esta oleaginosa predominan las vitaminas B1 y B2, en cantidades mayores que en cualquier otra. También vitamina E, que es antioxidante (retarda el envejecimiento y reduce el colesterol).

Contiene muchísimos minerales y oligoelementos (sólo una cucharada aporta 331mg de calcio). Además, fósforo, hierro, magnesio, cobre, cromo y zinc. El calcio es imprescindible para la formación de huesos y dientes, y el hierro realiza importantes y numerosas funciones en el organismo.

El sésamo también aporta grandes cantidades de fibra, lo que lo convierte en un alimento beneficioso para regular la función intestinal.

Se lo puede consumir de muchas maneras: incorporándolo como semilla a diferentes comidas (ensaladas, arroz, pastas). También incluido en el pan o en las galletas (como harina o entero).