Por Carina Barber

Los quistes sebáceos son formaciones elevadas de crecimiento lento que contienen material cutáneo muerto, desechos y otras partículas de la piel (mayormente sebo).

Pueden ser muy pequeños y localizarse en cualquier parte del cuerpo, pero se forman más frecuentemente en la cara, orejas, espalda o cuero cabelludo. Generalmente son duros y se los puede mover fácilmente dentro de la piel, y normalmente no duelen.

Son de color piel o amarillentos, y si se puncionan se produce la salida de un material graso. A veces pueden infectarse.

Tratamiento:

El tratamiento se realiza en el marco de una limpieza profunda de la piel, con exfoliaciones mecánicas previas (suaves).

Consiste normalmente en hacer una leve punción sobre el quiste con una aguja hipodérmica. En los casos en que su tamaño es mayor se hace una pequeña incisión con bisturí para poder sacar su contenido y luego desinfectar.

Después se completa el tratamiento con máscaras descongestivas y la aplicación (en las zonas donde se hicieron las extracciones) de lociones antibacteriales y cicatrizantes.

Los quistes grandes, si no se extirpan completamente, pueden volver a formarse. Los infectados se extirpan quirúrgicamente y se tratan con antibióticos orales.